Camino a orillas del mar, la mente, como siempre, trabajando y proponiendo, mis pies se mueven automaticamente, mi cuerpo llevado a lo largo de un camino con principio y fin: la vida, y yo me doy cuenta, una vez mas de que: vuelvo a soñar!
Como tantas otras veces me doy cuenta de que he subido al tren de lo sueños imposibles y viajo sentada frente a una imagen que solo conozco parcialmente, y miro unos ojos que jamas me han mirado, y en el sueño tomo entre las mias, unas manos que no he visto ni acariciado, y viendo sin ver me acerco despacio hacia unos labios que no estan y que ni siquiera se si estaran alguna vez.
El tren de los sueños imposibles... ya he tenido billete de ida alguna vez, solo de ida, en la esperanza de que el sueño no fuera imposible, pero acabe, una y otra vez, comprando el billete de vuelta, si, no se como puedo pensar que solo con billete de ida se puede viajar en el tren de las cosas imposibles.
Ni tampoco se, por que, una y otra vez subo a este tren, confiada siempre en que, por una vez lo imposible se vuelva su contrario. Ahh!!!! ilusa de mi, siempre equivocando el tren. Siempre soplando en contra del viento, siempre nadando contra corriente, siempre equivocando, siempre esperando... Ignorar la realidad es una forma de evadirse de ella.
Pero, amiga mia! ya es hora de que compres un billete de ida y vuelta porque solo asi viajaras con el convencimiento de que el sueño ES IMPOSIBLE!
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