sábado, 29 de noviembre de 2008

LAS MANOS DE MI MADRE




(Como pájaros en el aire)
Las manos de mi madre son como pájaros en el aire


historias de cocina entre sus alas heridas de hambre.
Las manos de mi madre saben que ocurre por las mañanas


cuando amasa la vida hornos de barro pan de esperanza.
Las manos de mi madre llegan al patio desde temprano


todo se vuelve fiesta


cuando ellas vuelan junto a otros pájaros


junto a los pájaros que aman la vida


y la construyen con el trabajo arde la leña, harina y barro


lo cotidiano se vuelve mágico.
Las manos de mi madre me representan un cielo abierto


y un recuerdo añorado trapos calientes en los inviernos.
Ellas se brindan cálidas nobles, sinceras,


limpias de todo


¿cómo serán las manos del que las mueve gracias al odio?
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Escuchando esta cancion interpretada por "la negra" (Mercedes Sosa) , senti una vez mas, en mis manos, en mi espalda, en mi cabeza y en mi frente, el tacto calido y amoroso de las manos de mi madre.
Me gusta mirar las manos de la gente, desde pequeña me he sentido atraida por las manos, por sus movimientos, por su aspecto fisico y por la energia que se desprende de ellas.
Las manos son una fuente inagotable de energia y en ellas se acumula muchas veces con efecto sanador.
El calor de las manos de mi madre, aliviaba dolores, secaba lagrimas, curaba heridas, preparaba alimentos para sus amores, lavaban la ropa en tiempos en que no existian las lavadoras, acariciaba primorosamente sus plantas, se afanaban cortando telas y cosiendo prendas de ropas para sus hijos, manejaban los intereses economicos de la familia repartiendo siempre con amor y equidad.
Recuerdo sus manos, gordotas, sus dedos fuertes y gruesos, en el que lucia brillante aquel anillo
de casada, desgastado ya por tantas y tantas tareas que se acumulaban en la historia de sus manos.
Las palmas de sus manos callosas, testigos de sus afanes y dedicacion.
Nunca le vi las uñas pintadas...
Amorosas cambiando pañales, decididas despachando en su almacen, presurosas preparando comidas, haciendo camas,barriendo,limpiando, lavando ropa, amasando la pasta de los domingos.
Delicadas peinando nuestros cabellos con ternura , afanosas en todo momento.
Incansables...
Dame la mano, nos decia: para cruzar la calle, para ayudarnos a bajar de un arbol, del tren, o para ayudar a ponernos de pie cuando nos habiamos caido. Dame la mano...
Hoy siento el tacto de esas manos, en la frente, cuando me ponia mala y me subia la fiebre. Mi frente caliente, afiebrada, recibia esa caricia, agradecida. Ella no necesitaba poner un termometro bajo nuestras axilas para saber la temperatura, ella solo ponia sus manos en nuestra frente, porque sus manos percibian hasta el mas minimo cambio de temperatura.
La he visto, y aun lo recuerdo, agarrar la cara de mis hermanos pequeños entre sus manos, y mirandolos a los ojos, acercarlos a la suya y llenarlos de besos, cuanto amor, aun resuenan en mis oidos los chasquidos.
Nunca he vuelto a ver dieciocho horas que dieran tanto de si, tenia tiempo hasta para participar en nuestras actividades de juegos y travesuras, y hasta para disfrazarse y aparecer ante nosotros con aquel poncho, un sombrero, un rebenque y unas botas que no se de donde habian salido. Se nos aparecia diciendo: gueeeeeeeeeenassssssssss, tardesssssss, a ver que esta pasando por aqui, que vengo a poner orden. Y daba golpecitos amenazadores con el rebenque en sus botas. La mirabamos divertidos , sorprendidos y felices. Despues volvia a sus tareas!!
La recuerdo restregando su mano contra el delantal cuando, cansada ya de tantas y tantas trastadas, perdia la paciencia y nos daba una palmada o un cachete.
La recuerdo cuando nos llamaba al orden, con un dedo amenazador decia: como vuelvas a hacer eso, veras la que te espera...!!!(como mucho, una palmadita seguida de el restregar de la mano contra el delantal.)
Ocho hijos y tenia tiempo para prestar su atencion..y sus manos a todos y cada uno de nosotros.
Se repartia, y a la noche , agotada, cansada, extenuada, la imagino acariciando y amando a su hombre con la misma ternura y delicadeza que a sus hijos.
Las manos de mi madre no eran aladas, pero se volvian alas cuando se trataba acariciar.
Las manos de mi madre eran toscas, pero se volvian elegantes y glamorosas cuando las movia el amor.
Las manos de mi madre tenian arrugas, el paso del tiempo no perdona, pero va dejando una belleza en las manos, que solo puede percibir quien recibe la ternura y la calidez de ellas.
Asi, recuerdo las manos y el amor de mi madre!

2 comentarios:

nube gris dijo...

Parece como si el recuerdo de tu madre te vaya empujando para ser cada vez más inspirada y con ello expresar con todo lujo de detalles esos bellos recuerdos que algunas veces duermen en el cementerio de nuestra memoria.

Toda su memoria hacia ella, son como lindos piropos hechos escritos.

Como vos decís, las manos realmente dicen mucho de la persona, aunque para mí, reconozco que necesito de la mirada del otro para reafirmar que lo que me dicen sus manos corresponde a la lectura que hago.

Aunque me repita: GRACIAS por esos escritos dotados de una cierta dulzura y hermosura.

Nem dijo...

Gracias.
Coincido con vos en lo de las miradas, una cosa complementa la otra, los ojos expresan ternura, delicadeza y transparencia de los sentimientos.
Las manos, acompañadas de las miradas.....delicioso, ciertamente.